¿Por qué vomitamos?

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El vómito es un mecanismo reflejo mediante el cual las partes altas del tubo digestivo (desde la faringe al estómago e incluso el duodeno) expulsan su contenido al exterior.

¿Qué desencadena el vómito?

El vómito se origina habitualmente por dilatación excesiva o irritación de las vías digestivas superiores, principalmente el estómago. Estas circunstancias producen unos impulsos nerviosos que viajan por nervios sensitivos pertenecientes al Sistema Nervioso Autónomo (el que controla todas las funciones corporales inconscientes y automáticas) hasta el denominado "centro del vómito", que se encuentra en el bulbo raquídeo.
Este centro nervioso es el encargado de desencadenar, mediante impulsos nerviosos a los músculos correspondientes, los procesos que acaban provocando la expulsión del contenidos de las vías digestivas superiores.

Una forma muy conocida de provocar el vómito es introducir los dedos hacia la parte posterior de la boca, pues en el momento en que rozan el inicio de la faringe, se inician los estímulos que van al centro del vómito (de forma menos brusca, se puede introducir un objeto suave, como una pluma, hasta que contacte con la faringe).

Pero no sólo se origina el vómito en el propio tubo digestivo. Hay otras circunstancias no digestivas que desencadenan este reflejo, como el mareo, la ingestión de ciertas sustancias o factores
 psicológicos, además de enfermedades diversas... y el embarazo, en sus inicios.

El mareo será explicado en un próximo artículo... igual que las náuseas y vómitos del embarazo.

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Muchas sustancias pueden desencadenar el vómito al ser ingeridas, especialmente medicamentos. Esto es debido a la existencia de una serie de "quimiorreceptores" (terminaciones nerviosas especiales que se estimulan al contactar con ellas determinados compuestos químicos) en un área cerebral llamada IV Ventrículo, que están en contacto con la sangre. Estos receptores se excitan cuando ciertos tipos de sustancias se encuentran en la sangre en una proporción más o menos alta, de manera que envían impulsos al centro del vómito.
Estas sustancias son muy variadas, siendo la mayoría componentes de medicamentos, como la morfina y apomorfina, el sulfato de cobre, o los derivados de la digitalina.

Algunos estímulos psíquicos, procedentes de la corteza cerebral, pueden llegar a provocar una estimulación del centro del vómito, si son lo suficientemente intensos.
Destacan en este sentido los olores nauseabundos (de ahí su nombre), la visión de escenas especialmente desagradables o situaciones de tristeza, irritación o nerviosismo muy fuertes. Pero aún no se conocen las vías nerviosas mediante las cuales estos estados psicológicos especiales llegan a activar el centro del vómito.

¿Cuál es el mecanismo del vómito?

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Una vez estimulado el centro del vómito, se producen una serie de mecanismos, más o menos complejos, que dan lugar a la expulsión del contenido del estómago. De forma esquemática, el acto del vómito sucede así:

• Se produce una inspiración profunda, sube el hueso hioides (situado en la base de la lengua) y la laringe, abriéndose el esfínter esofágico superior (una especie de válvula musculosa que está cerrada para impedir la salida del contenido del esófago).
• Se cierra la glotis, para impedir el paso hacia las vías respiratorias.
• Se eleva el paladar, para cerrar las coanas (orificios que comunican con las fosas nasales).
• Contracción brusca y muy fuerte del diafragma y músculos abdominales, sometiendo así al estómago a una gran presión.
• Apertura del cardias (esfínter que cierra la conexión entre esófago y estómago y se abre cuando tragamos), con lo cual el contenido del estómago, que se encuentra sometido a una fuerte presión, es expulsado de forma violenta.

Al tiempo que ocurren estos procesos, también se producen unos síntomas asociados bastante característicos, como una salivación intensa, aumento del ritmo cardiaco y sudoración abundante, además de sensación de malestar general.

Sin embargo, en bebés, igual que en los animales, este acto es menos traumático y molesto y no suele venir acompañado de los síntomas asociados, especialmente la sensación de malestar, limitándose a una expulsión del contenido del estómago no especialmente desagradable, aunque puede resultar agotador si se produce de forma repetitiva, debido al gran esfuerzo que realizan una serie de músculos, principalmente el diafragma y los abdominales.

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¿Por qué huele mal el vómito?

El olor fuertemente desagradable del vómito es debido a que en el estómago se encuentran alimentos parcialmente digeridos, además del ácido que segrega.
En el estómago se digieren principalmente las proteínas (aunque parcialmente) y se degradan por acción del ácido todos los componentes de los alimentos. En estas degradaciones se originan productos residuales que desprenden mal olor. Este olor, combinado con el propio del ácido, fuerte y penetrante, da lugar a una combinación bastante desagradable.