La mayoría de las plantas actuales tienen flores, pero no todas
¿Qué es una flor?
¿Para qué sirven las flores?
Plantas con flores y sin flores
Una forma tradicional de clasificar las plantas ha sido la de diferenciar entre las que producen flores para reproducirse (Plantas Criptógamas) y las que no lo hacen (Plantas Fanerógamas) y, por tanto, disponen de otros mecanismos reproductores.
La inmensa mayoría de las plantas producen flores, aunque en muchos casos no lo parezca, bien porque son muy pequeñas, por no haberlas visto nunca (algunas sólo florecen cada varios años y otras una sola vez en su vida... si se dan las condiciones adecuadas) o porque no somos capaces de identificar ciertas estructura como flores.
Hay flores típicas, grandes, pequeñas, extrañas, minúsculas, de hermosos colores o que no destacan del resto de la planta... hay, en fin, una multitud de formas, tamaños y aspectos, aunque habitualmente sólo nos fijamos en las que tienen un notable tamaño o vistosos colores.
Las plantas sin flores están representadas actualmente por dos grupos:
Musgo |
- Las Briofitas (musgos y otras): plantas muy primitivas, pues no tienen tejidos bien organizados ni siquiera vasos conductores para la savia. Son de muy pequeño tamaño y se desarrollan sobre rocas, cortezas de árboles, etc., siempre en zonas húmedas y sombreadas, donde forman masas más o menos amplias que tapizan la superficie, pero sin elevarse más de muy pocos centímetros.
- Los Pteridofitas (helechos, colas de caballo y otras): más evolucionadas, de mayor tamaño y con tejidos que forman vasos conductores. También se desarrollan en ambientes húmedos y preferentemente no muy expuestos al sol.
Helechos actuales |
Las Briofitas son las plantas más primitivas, es decir, las primeras que aparecieron en la Tierra, cosa que se supone ocurrió en el periodo Ordovícico (Era Primaria), hace unos 450 millones de años.
La diversificación de éstas dio lugar a numerosos grupos y miles de especies, que evolucionaron hasta dar lugar a las primeras pteridofitas, que se cree ocurrió en el siguiente periodo geológico, el Devónico, hace unos 400 millones de años.
Estas plantas tuvieron un gran éxito evolutivo, de modo que colonizaron buena parte de la Tierra, apareciendo especies de gran tamaño (los "helechos arborescentes"), que formaron grandes bosques y llegaron a ser muy abundantes, especialmente en las zonas con clima tropical y subtropical.
Siguieron siendo muy abundantes en la era secundaria, de modo que cuando se representan imágenes de dinosaurios en su hábitat, siempre aparecen rodeados de grandes helechos.
Las Fanerógamas se dividen en dos grandes grupos bien diferenciados:
- Las Gimnospermas, que poseen flores muy primitivas, como se verá a continuación, y que ya coexistían con los helechos y musgos en la era Primaria, formando bosques tan inmensos que el periodo Carbonífero, se denomina así porque fue entonces, hace entre 350 y 290 millones de años, cuando se inició la formación de la mayor parte del carbón existente actualmente, casi todo procedente de la acumulación de restos de Pteridofitas y Gimnospermas, que se fueron hundiendo a gran profundidad y sufrieron unos procesos de degradación especiales hasta formar los distintos tipos de carbón.
- Las Angiospermas se consideran como las plantas con "verdaderas" flores, ya que éstas responden al patrón típico que todos reconocemos en una flor. Aparecieron en la Tierra hace unos 140 millones de años, a finales de la era Secundaria, en el periodo Cretácico, inicialmente en los trópicos y rápidamente fueron colonizando el planeta, convirtiéndose en dominantes y sustituyendo a las anteriores, con menor capacidad de adaptación. Así, hoy día, las Angiospermas constituyen el 90% de todas las plantas existentes en la Tierra.
¿Qué es una flor?
La forma más sencilla de definir la flor es como el aparato reproductor (sexual) de las plantas más evolucionadas, es decir, las Fanerógamas.
Agave americana o pita (Tomado de "todo-ficus.net") |
En algunas especies, distintos ejemplares producen flores sólo con un aparato reproductor, masculino (plantas macho) o femenino (plantas hembra). Son las denominadas plantas dioicas (ej.: kiwi, ortigas, cannabis, pistacho o aguacate).
Pero la mayoría son monoicas o hermafroditas, es decir, todas las flores contienen ambos aparatos.
La parte masculina de la flor (o las flores masculinas en las plantas dioicas) se encarga de producir los granos de polen, es decir, los gametos masculinos, que serían el equivalente a los espermatozoides de los animales, aunque sin movilidad, por lo que deben ser transportados por el viento, animales u otros medios.
La parte femenina produce óvulos, que permanecen en ella a la espera de ser fecundados por los granos de polen para formar a continuación una semilla.
Como veremos a continuación, las flores de los dos grandes grupos de fanerógamas son muy diferentes.
A pesar de que la mayoría de las plantas poseen flores hermafroditas, por lo general no se fecundan a sí mismas, sino que buscan la forma de que sus granos de polen fertilicen los óvulos de otra planta, y a la inversa. Esto lo consiguen haciendo que los granos de polen y los óvulos no maduren al mismo tiempo, de modo que cuando una planta libera su polen, los óvulos aún no están maduros, por lo que muy raramente se producirá una autofecundación, algo que sólo es útil en situaciones extremas (como se explicará en un futuro artículo).
Los dos grupos de plantas con flores
Como ya he indicado antes, existen dos grandes grupos dentro de las fanerógamas, que se diferencian básicamente por la estructura de sus semillas y que también cuentan con flores muy diferentes.
Las Gimnospermas
Como su nombre indica (procedente de los términos griegos "gimnos", desnudo y "sperma", semilla), su característica diferencial es que producen semillas desnudas, es decir, no recubiertas por un fruto.
Si bien en las eras primaria y secundaria fueron, junto a los grandes helechos, las plantas dominantes, que formaron los inmensos bosques que dieron lugar al carbón que se extrae actualmente, hoy día son relativamente poco abundantes (aunque aún existen grandes bosques de algunas especies), ya que las Angiospermas se han adueñado de la mayoría de hábitats de la Tierra.
Así, actualmente existen 15 familias de Gimnospermas, que agrupan un total de unas 800 especies, en contraposición a las más de 400 familias y 260000 especies de Angiospermas.
El grupo principal existente es el de las Coníferas (pinos, cedros, abetos, cipreses, tejos, enebros, araucarias, etc.) y aún perviven algunas especies de otros grupos, como el Ginkgo biloba, las Cicas o las Secuoyas.
Tradicionalmente se había considerado a estas plantas como sin flores, aunque con semillas. Pero hoy día se tiende a admitir que si forman semillas es porque tienen flores. Lo que ocurre es que estas flores son muy sencillas, hasta el punto que no solemos reconocerlas como tales, ya que la imagen que todos tenemos de una flor es la que corresponde a las de las Angiospermas.
Las Angiospermas
Cuando se habla de una flor típica, todo el mundo piensa en una flor de Angiosperma, es decir, una estructura generalmente llamativa, claramente diferenciada del resto de la planta y con frecuencia con pétalos coloridos, así como estambres y pistilo.
La característica esencial de este grupo, sin embargo, atiende al mismo criterio que en el caso anterior, es decir a la semilla, que está incluida dentro de un ovario (de ahí su nombre, procedente de los términos griegos "angeion", recipiente y "sperma", semilla), es decir, que no está "desnuda" como en las Gimnospermas.
Una vez que el óvulo es fecundado y se forma la semilla, alrededor de ella las paredes del ovario se desarrollan para formar una estructura protectora, llamada "fruto", que puede ser de muy diferentes formas, aspectos, tamaños y texturas (así, son frutos desde los guisantes a las pipas de girasol o desde los granos de trigo a las naranjas), a veces difícilmente identificables como tales, ya que también tenemos una idea formada de lo que es un fruto y que relacionamos casi siempre con las "frutas".
Como ya se ha dicho, ya a finales de la era secundaria se diversificaron a gran velocidad y en poco tiempo se convirtieron en el grupo de plantas dominante en el planeta, hasta representar el 90% de todas las plantas existentes.
Cono femenino de tejo (Taxus baccata) |
La flor de las Gimnospermas
Estas flores son unisexuales, es decir, hay flores masculinas y flores femeninas. En ambos casos se dice que tienen forma de cono (de ahí el nombre de Coníferas).
Los conos femeninos pueden ser carnosos, como el de los tejos, o leñosos, en cuyo caso se llaman "piñas". En su interior se encuentran los óvulos, que una vez fecundados forman la semilla. Sirva como ejemplo las conocidas piñas de los pinos, que una vez maduras descubren en su interior los piñones, que son las semillas.
Flor masculina de pino |
Se dice que una semilla está desnuda cuando no se encuentra dentro de un ovario cerrado, cuyas paredes darán lugar a un fruto.
En resumen, las Gimnospermas tienen semillas pero no frutos.
Los conos masculinos son pequeños y no son más que una serie de bolsas de polen.
La flor de las Angiospermas
Flor de una gramínea (Briza) |
En la mayoría de los casos, son las estructuras que rodean o soportan a los genitales las responsables de la gran variedad de formas y colores.
Estas estructuras reciben el nombre de Perianto, que está formado por el cáliz, conjunto de hojas modificadas, casi siempre verdes, que suelen formar una base sobre la que se asienta el resto de la flor, llamadas sépalos, y la corola, constituida por un número muy variable de hojas muy especiales, generalmente coloreadas, llamadas pétalos.
El aparato reproductor masculino, o Androceo, está formado por los estambres, que constan de un filamento al final del cual aparece una bolsita llena de polen, la antera.
El grano de polen es el gameto masculino, es decir, el equivalente a los espermatozoides de los animales, aunque no es móvil y debe ser transportado por el viento, agua o animales hasta otras flores.
Una sola flor suele fabricar muchos miles de granos de polen, incluso hasta más de un millón, por lo que es fácil imaginar la cantidad de polen que puede liberar una planta con 50, 100 ó más flores.
Es por eso que al agitar el viento las flores observamos un denso polvillo amarillo, que no es más que millones de granos de polen liberados.
Esquema de una flor típica (tomado de "wikieducator.org") |